El paseo de las Barrancas de Belgrano es muy importante para el barrio. Es un pulmón verde de más de tres cuadras, cercano a la intersección de Cabildo y Juramento. Ocupa lo que antes fuera la quinta privada del fundador,
Valentín Alsina, cuya casa aún se conserva. La Barranca era hasta 1860 el límite natural entre la Ciudad y el Río. La calle Virrey Vértiz en su momento era el "Camino del Bajo": pasando ese límite estaban los terrenos inundables.
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Busto de Belgrano y casa de Alsina.
(11 de Septiembre y Echeverría) |
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Fotografía aérea de la zona en 1965, sacada del Mapa Oficial de la Ciudad. |
Tiene muchas particularidades. La caída del terreno es el único desnivel importante en esta ciudad horizontal. Las baldosas y parte del decorado se mantienen en su forma original (aunque a veces en mal estado). Hay una muy linda glorieta, donde la gente suele juntarse a bailar tango. También allí funciona una
biblioteca infantil llamada "
La reina batata". Y por todos lados hay gente tomando mate y disfrutando del sol.
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La Glorieta |
Varios días a la semana, pero especialmente los domingos,
se junta gente a bailar tango en esta lindísima glorieta, a esa hora en que ya ha caído el sol pero todavía no llegó el momento de la comida. Es un aspecto cultural porteño que se mantiente vivo en los vecinos y en la gente que viene desde varios puntos de la Ciudad.
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Vista desde la Glorieta |
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Barrancas a la tarde |
El paseo se caracteriza por sus ombúes y palmeras, pero la vegetación es variada. La parquización original fue hecha por
Thays, y se ha mantenido dentro de todo. Mucha gente se junta a practicar gimnasia y cada tanto hay espectáculos musicales.